La iluminación hace la diferencia entre una casa con carácter y otra que no lo tiene. Te contamos qué debes tener en cuenta a la hora de iluminar en tres zonas fundamentales de tu casa como son el salón, la cocina y un pequeño rincón lector.
1. ¿Qué luz necesita el salón?
La zona principal de la casa requiere de todos los tipos de luz, natural, artificial de ambiente, general y detalle. Muchos fabricantes ofrecen catálogos donde te indican cuántos metros cuadrados iluminan sus productos y desde qué altura. Como norma general, considera que hay que poner un punto de luz cada 5 metros cuadrados. Además, es útil distinguir el tipo de bombilla. Las incandescentes emiten una luz cálida y duran unas 1.000 horas; las halógenas aportan luz blanca y potente, dan calor y duran entre 2.000 y 4.000 horas; las fluorescentes duran más, consumen poco, pero su luz es muy fría. La pantalla que elijas para el salón definirá la zona que iluminará. Hay modelos opacos que pueden disminuir la intensidad de la luz hasta en un 80%. Otros, en cambio, la potencian o le dan tonalidad cálida.
2. ¡Una cocina con luces!
La cocina es uno de los espacios de la casa donde se requiere una buena iluminación para poder trabajar bien.
TIPO DE LUZ. Conviene elegir siempre luces de bajo consumo. La cocina es el lugar donde la luz se mantiene más tiempo encendida. Usa fluorescentes o halógenos, ya que duran más, consumen menos y distribuyen mejor la luz. También puedes optar por tiras led.
ZONAS DE TRABAJO. Cuida las áreas de cocción, fregado y preparación de los alimentos. Y a más distancia entre la superficie de trabajo y el armario, necesitarás más potencia de luz. Si es posible, ponle también una tira led al armario.
NO TE OLVIDES DEL OFFICE. Al igual que en el comedor, cuelga una lámpara de suspensión sobre la mesa, para crear un espacio independiente y acogedor.
3. Punto de luz para los lectores
¿Tienes un rincón de lectura favorito? Pese a que deberían ser muy bien iluminadas, estas zonas suelen tener mucha sombra, lo que, a veces, dificulta la propia lectura. Hazte con una buena lámpara de pie, que haga llegar una luz definida y directa a tu libro. En la foto se muestra un buen truco para quede detrás de ti, sobre tu cabeza, y no ocupe más lugar del necesario. Además, le da un aire íntimo y cálido.
Puedes leer más sobre este y otros temas en el número 274 de la revista BRICO. Para conseguirla, escríbenos a suscripciones@revistabrico.es o llámanos al 916 326 251.