Desde Portobellostreet nos sugieren las claves a tener en cuenta a la hora de optar por colocar una mesilla de noche en nuestro dormitorio. ¡Toma nota!
1. Un lugar más de almacenaje
Para elegir una mesilla de noche, lo más importante y primero que conviene hacer es valorar tus necesidades. Existen modelos de mesillas que te ofrecen almacenamiento extra para guardar tus objetos personales o la ropa interior. Pero hay otras que son meramente decorativas o que se reducen a una simple balda para dejar las gafas, un vaso de agua o tu libro de turno. Esta decisión dependerá del espacio de almacenaje que te ofrezca el resto de muebles de tu dormitorio y su amplitud, claro.
2. No te olvides de medir
Una vez decidida la función de tu mesilla de noche, te recomendamos que tomes medidas. Por ejemplo, mira la altura de la cama con el colchón incluido. Es importante que la mesita se encuentre a la misma distancia del suelo que la cama, para que sea accesible y no tengas que forzar tu posición al coger o dejar algo que tengas encima. Por eso, la idea es dejar cierto aire para que no te incomode.
3. Busca la proporcionalidad
Si ya te hemos recomendado que midas la altura de la cama para elegir una mesilla de noche, recuerda tomar también medidas de las dimensiones de la habitación y de la cama. Si la estancia es pequeña, deberás decantarte por un modelo más estrecho, de manera que no se coman todo el espacio y el conjunto sea proporcional. También, decidir si va una mesilla o dos.
4. Un efecto rompedor
¿Por qué elegir la opción más clásica y elegir mesillas iguales? ¿Te has planteado dos mesitas distintas? Es una forma de renovarte y darle un look más moderno a tu cuarto. Aunque es una alternativa más arriesgada, el efecto es actual y transgresor. Opta por dos piezas diferentes, de distinta altura, colores, acabados o formas, pero que combinen entre sí. Es una opción muy creativa.
5. Añade un toque de color
Lo más habitual es inclinarse por una mesilla de un color neutro: blanca, con acabado en madera natural, beige o incluso negra. También puedes darle un toque de color y vitalidad a tu habitación si eliges una mesilla lacada o pintada en un color llamativo, como un azul, rojo, mostaza o verde. Conseguirás añadir un punto especial en el dormitorio, quitando algo de protagonismo a la eterna reina de esta estancia, la cama.
6. Crea contraste con la pared
Otra forma de crear contraste es utilizar mobiliario de tonos neutros, como el blanco, el beige o el acabado natural de la madera, con toques de color en las paredes. Por ejemplo, una mesita de noche blanca y una pared en un tono oscuro. El efecto es hipnótico y cautivador, a la vez que elegante.
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