Afila tus herramientas para que corten mejor

Una buena herramienta de corte puede convertirse en una de mala calidad si no se cuida como merece. Por eso, una de las tareas que no podemos olvidar es el afilado. Los expertos de Comercial Pazos nos explican que la clave de un buen afilado no es cuando la herramienta ya no corta, sino que adelantarnos a que ello ocurra y contar con los elementos necesarios para realizar este mantenimiento. 

Las herramientas que debes afilar 

Todas las herramientas de corte deben mantener su filo en perfecto estado. Cuando las herramientas no están bien afiladas, es más fácil accidentarnos. Así que no te arriesgues y mantén bien afilados desde los formones, cinceles hasta navajas, cuchillos de cocina y las tijeras que tienes en casa. 

¿Por qué es tan importante el afilado? 

1. Eficiencia y rendimiento: Permite que las herramientas corten más fácilmente y de una sola pasada, lo que reduce el esfuerzo necesario para realizar un trabajo. Esto ahorra tiempo y energía. 

2. Precisión y calidad: Permite mejorar la calidad del trabajo final. 

3. Mayor seguridad:Una herramienta afilada responde mejor y con menos presión, reduciendo la probabilidad de deslizamientos, heridas o lesiones. 

4. Vida útil de la herramienta. Si las herramientas no están bien afiladas tienden a desgastarse más rápido. 

Afilar con técnica 

Si tenemos un filo muy desgastado, es aconsejable usar primero una piedra diamantada, con mayor capacidad abrasiva (grano desde 240 a 600), y luego, una piedra de grano 1.000 y otra de 6.000. El proceso del afilado es como el del lijado: cuantos más pasos demos, mejor acabado. A la hora de afilar, Jesús, de Comercial Pazos, nos cuenta que conviene seguir el ángulo original del filo.

En el caso de un formón, por ejemplo, se debe lijar siempre el dorso para dejarlo plano y después el bisel, que es lo que realmente corta. Para ello, podemos poner el formón en ángulo sobre la piedra, pero no es tarea fácil, ya que requiere tener muy buen pulso durante un tiempo sostenido. Por eso, existen las guías de afilado, en las que se apoya el formón o la cuchilla a afilar y con las que conseguimos que la herramienta se mantenga en su sitio. Hay guías específicas para formón y otras específicas para cuchillos de cocina. 

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Las piedras de afilar más eficaces y seguras 

Existen muchos tipos de piedra para afilar, cada una con sus características. Pueden clasificarse en dos grandes grupos: naturales y sintéticas. Las naturales son, como su nombre indica, solo piedras. Las sintéticas pueden estar compuestas por diferentes materiales como la cerámica y el diamante. 

LAS PIEDRAS NATURALES. Se extraen de formaciones geológicas específicas, de las canteras, y se cortan en bloques o láminas, lo que les confiere una textura y composición únicas. Las piedras naturales varían en granulometría, desde las más gruesas para el desbaste inicial hasta las más finas para un acabado detallado y pulido. Generalmente, hay que sumergirlas en agua o aceite antes de su uso. Ofrecen un afilado muy fino y preciso gracias a su estructura mineral homogénea. Además, proporcionan un tacto y una sensación de control superiores durante el afilado.

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LAS PIEDRAS DIAMANTADAS. Están compuestas de partículas de diamante, que se adhieren a una base de metal o resina. Suelen tener una superficie plana y uniforme, lo que permite un afilado eficiente. A diferencia de las piedras tradicionales, las diamantadas no requieren ser sumergidas en agua antes de su uso, lo que simplifica su mantenimiento y prolonga su vida útil. Entre sus ventajas, destacan la gran capacidad para afilar rápidamente, debido a la dureza del diamante, que reduce el tiempo y esfuerzo necesarios en comparación con otros tipos de piedras. Muy versátiles, pues pueden afilar una amplia gama de materiales, incluidos los más duros como el acero inoxidable y los carbones. Además, tienen mayor durabilidad, ya que las partículas de diamante no se desgastan ni se desintegran fácilmente. 

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