Los baldosines son los materiales más socorridos a la hora de revestir el baño. Colocar los azulejos del baño es muy fácil. Quizá te apetezca poner un tipo de baldosa en la ducha y otro, en el resto del cuarto. Sea cual sea tu elección, instálalos tú mismo siguiendo estas indicaciones:
1. Mide las paredes. Con estas medidas, presenta la distribución que le darás a los azulejos en seco y sobre el suelo. Así podrás visualizar y determinar donde hacer los cortes (para la grifería, por ejemplo) antes de empezar.
2. Extiende el mortero en una pequeña zona de la pared. Hazlo con la ayuda de una espátula y ve colocando azulejo por azulejo. En esta operación inserta espaciadores de unos 2 mm, entre cada uno. Es importante ir revisando el nivel para que ninguno sobresalga. Tienes unos 10 minutos antes de que el mortero empiece a asentarse. Por lo general, se coloca primero el azulejo más grande para luego aplicar bordes y los que requieren un corte. En estos casos, lo tendrás muy claro ya que has presentado antes toda la distribución de los azulejos en el suelo.
3. Retira el mortero que se haya filtrado por las uniones antes de que se seque. Si no te ha dado tiempo, utiliza un destornillador o un navaja para raspar o cortar el excedente.
4. Para los azulejos que deben dejar un espacio para grifos o que haya que cortar, emplea una sierra para cortes rectos y precisos, y una sierra perforadora de corte en diamante. Para cortes mayores, como es el caso de la válvula de la ducha, utiliza una rectificadora de mano para un corte lo más preciso posible.
5. Cuando hayas terminado de colocar los azulejos en la pared de la ducha, quita las crucetas o separadores y deja pasar unas 24 horas, por lo menos para que seque. Aplica una masilla para rellenar las juntas.
6. Antes de que sequen los azulejos y el mortero del todo, limpia bien la superficie para retirar el sobrante con una esponja húmeda.