Cualquiera de estos calendarios no solo tiene magia por dentro, sino que la tiene desde su origen. ¿Por qué? Porque son dos piezas que puedes hacer tú mismo junto a tus pequeños manitas. Haz tu calendario de Adviento con tus propias manos (e incorpora a tus niños en la tarea) con materiales reciclados, a los que estarás dando un segundo uso. Te dejamos aquí dos calendarios, dos ideas muy fáciles, económicas y con diversión garantizada para toda la familia.
Calendarios de buen rollo
1. Preparar los rollos. Asegúrate de tener 24 rollos de papel higiénico vacíos y limpios. Si están un poco aplastados, puedes moldearlos suavemente.
2. Cubrir los rollos con papel decorativo. Corta tiras de papel de regalo, papel kraft o cartulina del tamaño adecuado para envolver cada rollo. El tamaño aproximado será de 10 cm de alto por 15 cm de ancho, pero depende del grosor del rollo. Envuélvelos y asegura con pegamento o celo.
3. Cerrar uno de los extremos. Para hacer compartimientos cerrados, dobla uno de los extremos del rollo hacia adentro. Si prefieres, también puedes cortar círculos de cartulina o papel y pegarlos en un extremo.
4. Numerar los rollos. Usa marcadores, pintura, o números adhesivos del 1 al 24. Puedes hacer esto de manera creativa, con diferentes colores o fuentes, o mantenerlo sencillo con un estilo uniforme. Los números serán la clave para que cada día los niños (o quien reciba las sorpresas) puedan abrir un rollo.
5. Colocar las sorpresas. Llena cada rollo con pequeños regalos o sorpresas. Pueden ser chocolates, dulces, pequeños juguetes, mensajes motivacionales, actividades navideñas o cualquier cosa.
6. Cerrar el otro extremo. Dobla o sella también el otro extremo de cada rollo. Puedes usar el mismo método que en el paso 3, o, si prefieres que sea más fácil de abrir, simplemente ciérralo ligeramente con cinta adhesiva o una pegatina.
Cada día es una caja de cerillas
1. Prepara las cajas de cerillas
Asegúrate de tener 24 cajas de cerillas vacías del mismo tamaño. Puedes vaciarlas con cuidado y guardar su contenido en un lugar seguro, o comprar cajas vacías.
2. Forra las cajas de cerillas
Corta tiras de papel decorativo o cartulina que cubran la parte exterior de cada caja de cerillas (tanto la base como la pieza deslizante). El tamaño aproximado dependerá del tamaño de tus cajas, pero suelen ser entre 5 y 6 cm de largo y 3 cm de ancho. Envuélvelas bien y asegura el papel con pegamento o cinta de doble cara. Puedes elegir diferentes colores o patrones.También puedes pintarlas con témpera.
3. Numera las cajas
Numera las cajas del 1 al 24. Si lo prefieres, puedes escribir los números directamente sobre el papel decorativo o añadir etiquetas para darle más estilo. Otra opción es escribir los números en la parte de afuera de la caja o en la tapa deslizante para que se vea cuando se abran.Etiquetas, rotuladores, collage de números… todo vale.
4. Decora las cajas
Ahora que las cajas están numeradas, puedes decorarlas más, si lo deseas. Añade pegatinas, cintas, cuerdas, lazos pequeños, botones, ramitas o cualquier adorno navideño pequeño. Esto le dará un toque personalizado y festivo a cada caja.
5. Coloca las sorpresas dentro
Llena cada caja con pequeñas sorpresas. Algunas ideas son: chocolates o caramelos, mini juguetes, mensajes personalizados (como actividades navideñas, a modo de pequeña gincana, frases inspiradoras o pequeñas tareas festivas), accesorios pequeños, como llaveros o mini-figuritas de adorno.
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