Reconectó con su hobby de toda la vida, cuando empezó a decorar su propia casa. De formación ingeniero informático, este palentino, que se ha enamorado del trabajo artesano de la madera, nos acerca al corazón del trabajo a mano y con mimo, y nos habla de los materiales naturales que mejor funcionan.
BREVE BIO
Jesús es ingeniero informático, nacido en Palencia, que estudió el grado universitario en Valladolid y, más tarde, un máster en Madrid. Sin embargo, le encanta todo lo relativo a la artesanía y más cuando está ligado a la madera. Por este motivo, y por ser el sector del bricolaje y la carpintería un hobby que tiene desde pequeño, en 2021 se aventuró a poner en marcha Kelek Home.
Todo empezó buscando ideas de decoración para su hogar. Tenía en mente que quería un espacio decorado de forma moderna, minimalista y, a su vez, natural. Conocía de oídas algunas fibras naturales (ratán cannage y yute), pero poco más. En ese momento descubrió su verdadera existencia y conoció las diferentes variedades existentes. Se quedó prendado de cómo encajaban dentro de la decoración y, en ese minuto, supo que algo nuevo tenía que empezar en su vida. La esencia de su proyecto, Kelek Home (@kelek. home, en redes sociales), se centra en ofrecer un proceso de fabricación de muebles totalmente artesanal y piezas de decoración hechas a medida, que fusionan madera y fibras naturales, desde cabeceros de cama o cubrecontadores, a muebles de mayor tamaño como baúles o soportes para el televisor.
¿Cómo defines tu trabajo?
Artesanal y único. Artesanal, porque todos los procesos que realizo son manuales. Sí que es verdad que empleo herramientas eléctricas en diferentes fases, pero en mayor o menor medida, me implican siempre un esfuerzo físico. No existe, en mi caso, una cadena de producción automática en la cual con tan solo introducir la madera en una máquina, se procesa de forma completa y únicamente tenga que recoger el producto finalizado.
Por otro lado, también he dicho único, porque en Kelek no hay dos productos idénticos y esto es lo que lo convierte en especial. Para mí, lo más importante es que el cliente sienta que su pieza está fabricada exclusivamente para él y que pueda crear un rincón natural y personalizado en su hogar. Como humano que soy, sé que siempre van a existir diferencias durante el proceso de fabricación, ya sea por la materia prima, la cual no es siempre igual (diferencias en tonalidad, ubicación de un nudo o veta, etc.) o por mí mismo, ya que todo lo fabrico yo, y, como es natural, no siempre me salen las cosas de la misma manera.
¿Deberíamos volver todos al trabajo artesano?
En mi opinión, creo que no. Si todo volviera a ser de nuevo artesanal, no se daría abasto, con el ritmo de vida y demanda actual. Existiría menor disponibilidad al requerir mayor tiempo para su fabricación y, por consiguiente, el producto final sufriría un notable encarecimiento. Además, provocaría una infravaloración del producto artesano. Dejaría de ser considerado como algo «más exclusivo» y perdería su esencia. Actualmente, a la persona que le gusta y valora la artesanía está dispuesta a pagar ese extra, ya que es consciente de todo el proceso que hay detrás.
¿Cuáles son los materiales con los que más te gusta trabajar?
¡Todos! Puntualizo. Sí que es verdad que, en cuanto a las fibras naturales, algunas requieren de mayor delicadeza que otras. Aunque todas sean naturales, su composición y, por ende, su tacto, textura, comportamiento, etc. difieren. Si nos ceñimos a la facilidad de manipulación, la fibra que más me gusta es el yute: es la más sencilla de colocar y ajustar. Cuando se coloca una fibra natural hay que tensar lo suficiente para que el producto se vea con una buena terminación y calidad. Si se ven arrugas o abombamientos, parece que ha faltado interés en mimar el producto. En este aspecto, los ratanes son los más complicados porque, para trabajarlos, hay que mojarlos y esto provoca que la propia fibra se expanda y se contraiga a medida que va secando. Y, a la hora de colocarlos humedecidos, hay que buscar el equilibrio, ya que si se tensa demasiado puede romperse; en caso contrario, pueden abombarse.
En cuanto a la madera, no tengo distinción por ninguna, ya que me centro en maderas blandas y todas son fáciles de trabajar. Me gustaría poder trabajar en un futuro con maderas nobles (roble, nogal, etc.), pero presentan la desventaja de tener un precio más elevado, lo cual es un inconveniente a la hora de ofrecer un producto atractivo.
Los materiales naturales son esenciales para ti, ¿cuáles son sus mejores ventajas?
Sí, para mí son muy importantes. De hecho, el 99% de los productos que fabrico contienen fibras naturales en mayor o menor medida. Personalmente, no concibo este proyecto sin ellas y constituye uno de los pilares fundamentales de mi trabajo. Todas las fibras son muy bonitas y elegantes, ofrecen un toque minimalista y cálido al hogar y lo acercan la naturaleza. Si tuviera que decantarme por una en concreto, sin duda, escogería la rafia. Es una fibra natural que ofrece un aspecto y tacto muy natural, que encaja a la perfección en cualquier idea y combina con multitud de acabados. Además, no suele ser tan conocida como el yute o el ratán cannage, por lo que resulta más atractiva y es capaz de dar ese toque personal a las estancias.
¿Qué herramientas te parecen indispensables para el tipo de trabajo que realizas?
En el taller no dispongo de todas las herramientas existentes. Me encantaría tener alguna más o incluso alguna que ya tengo, pero más grande y mejor, pero mi espacio es limitado y, de momento, me tengo que adaptar a ello. ¡Quién sabe si en un futuro monto mi propio taller!
Actualmente, tengo las necesarias para poder fabricar los productos con una muy buena calidad, y todas me parecen importantes. Algunas me ayudan a ser más preciso; otras, a agilizar el proceso; otras, a obtener más calidad y, por último, hay unas que me permiten realizar el trabajo de forma más segura. Las básicas, de las que no puedo prescindir son sierra de mesa, engalletadora, lijadora, cepillo carpintero, unos cuantos sargentos, brochas, grapadora, martillo y destornillador.
Cuando un cliente te pide un producto a medida, ¿en qué te fijas para ofrecerle algo que le guste?
Realmente, la propuesta de valor de Kelek se centra en ofrecer productos artesanales a medida y personalizados. Ofrecer flexibilidad y adaptarse a las necesidades y gustos del cliente, es esencial para llegar a tener más relevancia y despertar interés en aquellos considerados como potenciales.
Lo que a un cliente le puede encajar en términos de medidas, tonalidad, fibra natural, etc. a otro no, y como dice el refrán «para gustos, los colores». Por ello, ofrezco un abanico de posibilidades diferentes para que sea él mismo quien decida la configuración final.
¿Quién o dónde te sueles inspirar?
Mi inspiración principal, desde donde tomo las ideas creativas, no solamente de productos, sino también para mejorar mis habilidades técnicas, conocimiento, taller, etc. son las redes sociales. Las considero como la mayor fuente de información existente en la actualidad, en las cuales puedes encontrar de todo. Por un lado, inspiración de productos en Pinterest, y donde me fijo en las creaciones como tales, y, luego, doy forma a mi propia composición, teniendo claro que la madera y las fibras naturales estarán siempre presentes. También encuentro tutoriales interesantes y mucho conocimiento en YouTube, hasta conocer a otros artesanos y aficionados al mundo del bricolaje a través de Instagram con los cuales compartir ideas y crear comunidad.
Al ser autodidacta, invierto tiempo en ellas, y aprendo algo nuevo cada día. Incluso me son útiles para estar al día de las novedades y tendencias en decoración, herramientas, etc.
En tus redes, nos enseñas muchos paso a pasos, ¿te gusta enseñar cómo haces tu trabajo?
Sin duda. Me encanta enseñar todo el trabajo que hay detrás de este proyecto. No solamente hay un producto final, que te puede gustar más o menos, y es lo más visible, sino que ha conllevado todo un proceso. En función del producto puede suponer muchas horas de trabajo, que si no se muestra, pasa inadvertido y no se valora.
Mostrar cercanía enseñando como uno trabaja, el proceso de fabricación y, por lo tanto, la evolución del producto no solamente ayuda a dar confianza, sino también a enseñar todo el tiempo invertido en él. Además, también sirve para aportar ideas a entusiastas del bricolaje, a que otras personas con más conocimiento me puedan aportar consejos para mejorar u otra forma de hacerlo o, simplemente, para enseñar las herramientas que uso y cómo las utilizo, los trucos que he podido aprender, etc.
Es verdad que mostrar ese paso a paso conlleva mucho más tiempo a la hora de realizar el producto, ya que implica grabar desde diferentes tomas, repetir algunas en determinadas ocasiones, además de la posterior edición… Pero, como me encanta lo que hago, y, sobre todo, mostrarlo, seguiré haciéndolo con mucho gusto.