Por mucha ilusión que te haga cambiarte de casa, sabes que te espera el día más agotador de todos: el de la mudanza. Organizarla requiere tiempo y planificación. Por eso, y para simplificar la tarea y esfuerzo que supone, te echamos una mano con algunos consejos imprescindibles que te ayudarán a organizarte mejor y a que esa jornada se haga un poco más ligera.
Planificar es la clave fundamental
- Establece una fecha concreta y elabora un cronograma que abarque desde la preparación de las cajas hasta la limpieza final del lugar que se deja.
- Crea una lista con todas las tareas pendientes, como avisar a servicios públicos, cambiar direcciones postales y coordinar con la empresa de mudanza.
- Una estrategia útil es dividir las tareas por semanas y priorizar las más urgentes, como embalar objetos no esenciales con antelación.
- También es fundamental calcular el presupuesto, considerando servicios profesionales, transporte, materiales de embalaje y posibles imprevistos.
Los materiales esenciales para la mudanza
Antes de comenzar, se recomienda depurar objetos que ya no sean útiles, donándolos o desechándolos. Esto reducirá el volumen total de la mudanza. Cada caja debe etiquetarse detalladamente con su contenido y la habitación a la que pertenece y la de destino. Guardar artículos frágiles con cuidado, utilizando papel de burbuja, mantas o toallas para protegerlos, evitará daños durante el traslado. Para que no te falte nada, toma nota de los materiales que aseguran un embalaje eficiente, protegiendo los objetos durante el transporte y almacenamiento.
1. Cajas: Preferiblemente de cartón corrugado para mayor resistencia. Tamaños variados según el contenido, desde pequeñas (para artículos delicados) hasta grandes (para objetos voluminosos). También valen las de plástico.
2. Material de relleno: Papel kraft o periódico arrugado para rellenar espacios. Plástico de burbujas para envolver artículos frágiles. Espuma de poliestireno para protección adicional.
3. Cinta adhesiva: Cinta de embalaje resistente, de preferencia transparente o marrón, para sellar cajas. Es útil la cinta adhesiva reforzada para objetos pesados.
4. Etiquetas y rotuladores: Etiquetas adhesivas para indicar el contenido o especificaciones (como «Frágil» o «Este lado arriba»). Rotuladores permanentes para marcar información importante o que sea importante destacar.
5. Plástico retráctil o film estirable: Para asegurar objetos en conjunto o protegerlos de la humedad y el polvo.
6. Cúter o tijeras: Herramientas esenciales para cortar materiales de embalaje.
7. Cinta o correas de sujeción: Opcional, pero útil para reforzar paquetes pesados o mantener varias cajas juntas.
¿Qué guardar primero y qué dejar para el final?
Una de las preguntas más frecuentes es por dónde empezar y cuál es el orden en el que se embalan las pertenencias.
LO QUE DEBES GUARDAR PRIMERO:
- Objetos no esenciales o de uso infrecuente: Ropa de temporada, abrigos en verano o trajes de baño en invierno.
- Libros y documentos: Especialmente aquellos que no necesitas consultar durante el proceso.
- Decoraciones y adornos: Cuadros, figuritas, y otros elementos decorativos que no afectan la funcionalidad.
- Utensilios de cocina poco usados: Moldes, vajilla especial, y electrodomésticos que no usas diariamente.
- Juguetes o equipos recreativos: Pelotas, bicicletas o juegos que no sean imprescindibles en los días previos.
LO QUE CONVIENE DEJAR PARA EL FINAL:
- Artículos de uso cotidiano: Ropa del día a día, zapatos, pijamas y elementos básicos para la rutina.
- Productos de higiene personal: Cepillos de dientes, jabones, toallas y maquillaje.
- Utensilios de cocina esenciales: Platos, cubiertos, sartenes y vasos que se usen hasta el día de la mudanza.
- Medicamentos y botiquín: Mantén estos artículos accesibles hasta el último momento.
- Dispositivos electrónicos y cargadores: Teléfonos móviles, laptops y sus accesorios deben estar siempre disponibles.
- Caja de supervivencia: Incluye herramientas, snacks y ropa cómoda para el primer día. Además, se recomienda que contenga la ropa de cama, pijamas, una o dos mudas, artículos de aseo esenciales y los básicos para el día de llegada a la nueva casa y también para el día siguiente. Mantener estos objetos cerca hasta el último momento facilita la transición entre ambos espacios.