Según la OMS el Covid 19, el virus responsable de la pandemia de coronavirus, puede “subsistir desde unas pocas horas hasta varios días”. Todo dependerá del tipo de material, de la humedad y la temperatura de la superficie. Por eso, estos días resulta especialmente importante la higiene y limpieza del hogar (especialmente baños y cocinas, fuente de gérmenes). Mantener limpios los suelos, por su contacto con las suelas de los zapatos, animales domésticos y consiguiente exposición a la suciedad, será una buena medida. Es el pequeño granito de arena que se añade a las medidas para prevenir el contagio y cualquier precaución y cuidado es poco.
A continuación, con la ayuda de los creadores de suelos de la marca Quick-Step, te ofrecemos algunos consejos para limpiar tres tipos de suelos.
• Limpieza de los suelos laminados
En primer lugar, conviene aspirar el suelo para retirar la suciedad y polvo. A continuación, pasa una mopa (seca o ligeramente humedecida) y, de forma ocasional, aunque conviene no hacerlo, friega si es necesario, evitando un exceso de agua. No obstante, si el laminado presenta revestimiento especial (en el caso de Quick Step, presentan la tecnología Hydroseal) será de ayuda para impedir que el agua se filtre por las ranuras.
Este tipo de suelo, por sus características también puede instalarse en la cocina y en el baño, teniendo en cuenta que se tendrá que limpiar con más frecuencia e intensidad.
• Limpieza de suelos vinílicos
Se trata de suelos, rígidos o flexibles, que se limpian con facilidad. Para su mantenimiento diario lo más recomendable es utilizar una mopa o paño húmedo con jabón neutro para conservarlo en buen estado. Evita las máquinas de limpieza a vapor. La capa superior contribuye a repeler las manchas y la suciedad, evitando que proliferen hongos y ácaros.
• Limpieza de suelos de parqué
Este tipo de suelos de apariencia elegante, disponen de capas protectoras completamente resistentes al desgaste. Conviene limpiarlos preferiblemente con un paño de microfibra, una escoba de cerdas suaves o una aspiradora. En caso de fregarlos, se debe hacer con una fregona bien escurrida y agua templada. No obstante, lo idóneo es utilizar paños ligeramente humedecidos y de texturas suaves, pues la madera y el agua no forman un buen binomio.
