Los niños han terminado el cole y después de los meses de confinamiento, se nos van agotando las ideas para mantenerlos entretenidos y activos. Ahora, que tenemos un poco más de tiempo con nuestros niños, aprovecha para hacer manualidades en familia con ellos, usando materiales que ya tienes en casa. De esta manera, compartirás tiempo y afición con tus hijos y estarás dándole una segunda oportunidad a esos objetos que estabas a punto de tirar.
Lo primero, su lugar: un taller junior
En un momentito, habilita una zona o rincón de la habitación de tus hijos o del salón de casa, para establecer allí una zona de trabajo limpia y con todos los materiales necesarios para ponerse manos a la obra con las manualidades. Ten en cuenta algunos aspectos:
• Si es posible, que sea un área con luz natural o una ventana cercana que garantice una buena ventilación.
• Es imprescindible tener una mesa grande donde trabajar. Empapélala con periódicos viejos, papel de embalaje
o bolsas de basura, que puedas quitar cuando ya hayáis acabado. Así protegerás la mesa de pegamento, pinturas, rayajos, etc.
• Ayúdale a tu hijo a mantener todo ordenado en recipientes para guardar los materiales cuando finalice la tarea.
• Asegúrate de que se ponga un mono o un delantal para no mancharse. Y, si es posible, también unas gafas de trabajo.
• Dótalo de lápices de colores, temperas y pegamento, y supervisa su uso, sobre todo cuando haya que usar silicona caliente, grapadora, cúter o tijeras con los que se puede hacer daño.
Forra cajas con decoupage
¿Has oído hablar de la técnica del decoupage? Pues es estupenda para practicarla con los niños. Consiste en decorar pegando papeles sobre distintas superficies: puede ser una
cajita de madera o una bandeja, por ejemplo. Para ello, puedes utilizar servilletas de papel especiales para decoración, también a la venta en tiendas de manualidades o las de cumpleaños que antes se usaban para coleccionar. También puedes hacer decoupage con papel para envolver o para hacer regalos.
Paso a paso:
- Pinta la superficie con tres manos de esmalte acrílico blanco, con un rodillo de esmaltar. Deja secar y lija con papel del número 600.
- Aplica cola blanca (si es especial para decoupage, mejor) sobre la superficie. Corta las servilletas o el papel a medida y separa las capas para obtener láminas finas. Pégalas sobre la cola fresca, presionando con una brocha. Deja secar y barniza con la misma cola o con un barniz especial para esta técnica.
Dos marcos para hacer sin moverte de casa
Tu hijo podrá tener sus mejores recuerdos enmarcados con su sello personal. Déjale hacer cuantos marcos de fotos quiera porque estilos, diseños y técnicas hay para cubrir una pared entera. Aquí tienes dos, pero puedes personalizarlos a tu gusto.
Paso a paso:
- CON BOTONES. Desde aestheticnest.com proponen una de las manualidades más divertidas y fáciles. Basta reciclar un marco de fotos antiguo o que ya no uses, para el que necesitas pintura y pincel, botones de distintos tamaños y formas, y pegamento caliente. Da varias capas de pintura para dejarlo como nuevo, elige los botones que vas a utilizar y empieza pegando los más grandes. Completa la decoración con el resto de botones hasta que rellenes la mayor parte de los huecos que quedan. Si no tienes botones de un solo color o quieres que tengan el mismo aspecto y estilo, solo necesitas darle una mano de pintura en spray a todos por igual.
- CON PALITOS DE HELADO. Mira todas las opciones de eighteen25.com Solo necesitáis los palitos de madera, disponerlos de la forma que se os ocurra y decorarlos con pinturas, rotuladores, cinta de washi-tape, figuras decorativas de madera, hilo de hacer punto, purpurina, abalorios, stickers…
Banderines a partir de manteles viejos
Los manteles viejos también pueden convertirse en material de trabajo para distintas manualidades. Esos manteles que ya no usas, no te gustan o lucen esas manchas que nunca salen. Ahora verás cómo tienen una segunda vida. Las servilletas a juego, también te servirán. Con todo ello, haz una guirnalda de banderines para la habitación de los niños o para celebrar un picnic en el jardín. Estar en casa no tiene que ser aburrido. Nos lo cuentan en sheholdsdearly.com
Paso a paso:
- Busca manteles de tela y servilletas viejos, cinta ancha de color rojo, tijeras, aguja e hilo y máquina de coser o pegamento para tela y plancha. En el cartón de una caja de cereales, por ejemplo, dibuja un triángulo que te servirá como base para hacer los banderines. Recórtalo y utilízalo como plantilla para hacer los banderines de la tela de los manteles.
- Corta los triángulos, únelos de dos en dos, cosiendo los bordes o pegándolos con pegamento, cinta adhesiva doble o cinta termoadhesiva (pasa la plancha caliente). Una vez que tengas todos los triángulos de tela colócalos sobre la cinta larga roja del que colgarán. Es importante que los separes dejando la misma distancia entre cada uno. Dobla la cinta y cose todos los banderines a lo largo de la cinta.
Farolillos de verano
A estas lamparitas les puedes dar el toque que quieran tus hijos. La base es fácil: necesitas botellas o frascos de conservas vacíos, limpios y secos, cola blanca y papel seda o de China, purpurina blanca, recortes o pegatinas de lo que quieras para hacer la sombra. La luz proviene de una vela led, que se introduce en su interior, que funciona con pila. Como lamparitas de mesa de noche o para el jardín son una monada.
Paso a paso:
- Recorta la figura o silueta que hayas elegido (la puedes hacer tú mismo sobre una cartulina o esténcil negro), pégala a la pared interior del frasco con pegamento instantáneo. Mantén durante unos segundos y deja secar.
- Con un pincel o brocha extiende la cola blanca por las paredes exteriores del frasco y pega el papel de seda encima. Hay que empapelar todo el frasco.
- Empapelado por completo, vuelve a poner un poco de cola blanca solo en la parte superior e inferior de las paredes exteriores, para espolvorear un poco de purpurina blanca. No la pongas en la zona donde está la figura en sombra para no taparla ni impedir que se vea claramente.
- Una vez puesta la purpurina, deja secar del todo y ata en el cuello del frasco una cuerda, cáñamo, cordel o cinta para darle un acabado más completo. Asegura el extremo del cordel con silicona fría para que no se deshilache. Si piensas colgar el farolillo, aprovecha de anudar y pegar un poco más de cuerda a modo de asas. ¡Y ya lo tienes!
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