Hemos hablado con Marta Barberà, responsable de contenidos y comunicación de Bricoteca, un proyecto que reúne en talleres, cursos y mentorías a todas las personas interesadas en la carpintería, la restauración y las reparaciones domésticas. La creatividad no entiende de edades, así que sus propuestas abarcan actividades para niños desde los 5 años hasta infinito.

Una breve bio de Marta
Barcelonesa del año 81, con la gran suerte de crecer en una familia donde se fabricaban o adaptaban sus muebles, cosía su ropa y cultivaba gran parte de lo que comían. Al formarse optó por Empresa Internacional, Brand Marketing, Sociopsicología del consumo y Diseño Gráfico. A los 30 y pocos cambió radicalmente de rumbo y emprendió un proyecto personal que ligaba el bricolaje con la sostenibilidad. En él tuvo ocasión de reinventarse como creadora de contenido audiovisual, tallerista y asesora para fabricantes y medios. Y en plena pandemia de Covid, la vida la llevó a Bricoteca, donde desde hace tres años es la feliz —como ella misma se describe— responsable de contenidos y comunicaciones. Cree firmemente en que crear tiene un potencial transformador inmenso para las personas y el planeta. De hecho, los miles de alumnos que han pasado por Bricoteca lo avalan. Dice que su mantra es ¡más hacer y menos comprar! Apoyamos al 100% esta filosofía.
¿Tenemos todos la capacidad para hacer nuestros propios DIY? No todos son manitas…
«Un sí rotundo a eso. Manitas te haces, no naces. Cualquier persona es capaz de crear, reparar o mejorar con sus propias manos. Y es que resulta inevitable que se despierte esa actitud de «me atrevo con todo» cuando rompes el hielo con el DIY. Es algo que llevamos tiempo confirmando en Bricoteca, con todos los alumnos que empiezan inseguros y dudando de sus capacidades, y que, por ejemplo, en los cursos de carpintería, al cabo de solo un trimestre ya idean desde cero sus propios proyectos con ensamblajes complejos como las colas de milano o texturizando la madera con labrados a mano. La práctica lo es todo».

Según la experiencia de los talleres, ¿cómo es el perfil de la gente que se apunta?
«En Bricoteca, encuentras a personas de cualquier edad y nivel. Recibimos desde minimakers de 5 años que vienen a las extraescolares de carpintería, hasta gente con 60 y largos que no encontraba quien le restaurase un mueble y ahora lo hacen por sí mismos. O alumnos que trabajan en oficinas o tecnología y que desconectan creando. Nos une la creatividad y al fin y al cabo, encontrar un espacio que se convierte en tu taller, con herramientas de las que no solemos tener, con acceso a materiales y herramientas, con docentes que te acompañan en tus avances y con la posibilidad de crear sin ensuciar tu casa; seduce a cualquiera, tenga el perfil que tenga. Y lo más bonito: ver la cantidad de complicidades que acaban teniendo los alumnos en clase, incluso tratándose de tipos de personas completamente diferentes».

Danos 5 claves para quitarnos el miedo a coger el taladro…
- Coger rodaje antes de perforar algo que te importe.
- Uso de EPIs a rajatabla.
- Déjate acompañar por alguien que te cuente detalles de cuáles son las funciones, sus partes y la postura
adecuada que debes adoptar. - Conocer las características de los tipos de brocas para saber en qué pueden ayudarte.
- Confiar en ti.
«Durante las jornadas de puertas abiertas en Bricoteca, una de las prácticas que ofrecemos para empoderar a los interesados en el bricolaje de supervivencia, es el bautizo con el taladro. Si sabes perforar, ya estarás más cerca de colgarte un cuadro o reparar un mueble sin tener que pedir ayuda a nadie. Y como siempre, hacerlo de forma presencial es infinitamente más efectivo que formándote con un tutorial de YouTube. El poder tocar o sentir cómo vence el material, aporta un grado de experiencia y autoconfianza que pulveriza automáticamente cualquier miedo».
¿Qué medidas y nociones tenemos que tener claras a la hora de emprender un DIY?
«Lo primero sería detectar cuál es tu necesidad. Como por ejemplo, explorando a fondo con qué material, referencias o paleta cromática conectas y también qué uso le vas a dar. Y después, buscar orientación para cubrir cualquier punto detectado del que desconozcas su solución. Esta forma de abordar cualquier DIY es aplicable tanto cuando quieres fabricarte un mueble a medida para ocultar el cuadro eléctrico del recibidor como renovar la cajonera de la abuela o renovar las juntas del baño y acabas animándote a darle un punto de color con la borada».

¿Nos podrías dar tips para mantener nuestras herramientas a punto?
«Mimarlas, siempre. ¡Son nuestras armas de creación! Mantenerlas ordenadas es un básico, también retirar los restos de polvo, pintura o serrín después de emplearlas, afilarlas, engrasarlas y, por mucho cariño que les tengamos, jubilarlas cuando corresponda».

Si quieres saber más acerca de Marta Barberà y de Bricoteca, no te puedes perder esta entrevista del número 308 de la revista BRICO. Para conseguirlo, llámanos al 916326251 o escríbenos a suscripciones@revistabrico.es