Estrés. Lo escuchamos tantas veces al día. ¿Sabías que los muebles, las habitaciones y la distribución de tu casa también pueden generarlo también? Carles Surià, ingeniero y consultor en biohabitabilidad, analiza cómo combatir este estado y evitarlo en tu hogar.

“La sociedad no es consciente de los múltiples elementos y características que hacen que un hogar pueda generar estrés. Sin embargo, es más frecuente de lo que se piensa. El modo en el que vive y de los materiales que le rodean cada día pueden afectar” afirma Surià. En este contexto, el experto analiza los problemas más frecuentes y cómo solucionarlos.
Tamaño adecuado
Es evidente, que una vivienda más espaciosa permite una mayor intimidad. “Cada persona necesita su espacio. Pero también hay que tener en cuenta que una vivienda demasiado grande puede no ser acogedora”. Por eso conviene una casa pequeña y cálida, que una grande y fría. Tus recuerdos, tus detalles, los colores, la luz natural, la distribución… pueden ayudar.

Espacio estimulante y de descanso
Más allá del tamaño, conseguir un espacio estimulante para los sentidos puede ser más confortable. No obstante, la idea es que no haya estímulos molestos como el ruido. Hablamos de estímulos agradables, como las vistas a través de una ventana, variedad de materiales, superficies, colores y sonidos naturales. “Todo dentro de un orden, evitando la hiperestimulación”. Además, es imprescindible que toda vivienda disponga de un lugar de descanso propicio para el silencio y el equilibrio.
Un aroma agradable
El olor que hay en un hogar es básico para conseguir armonía y bienestar. Por eso, Surià advierte que es necesario seleccionar los productos de limpieza, flores, fragancias…“Los aceites esenciales, además de un olor agradable, tienen propiedades curativas” añade Surià.

Los colores del bienestar
Un poco de rojo puede ser revitalizante y estimular la capacidad de trabajo en un estudio, pero una pared entera roja puede favorecer la agresividad. El azul, por ejemplo, invita a la calma, ideal para descansar en un dormitorio. Los colores parecidos generan espacios más armoniosos; los tonos claros reflejan la luz y mejoran la iluminación en espacios oscuros.

Las líneas romas
Un exceso de líneas rectas y cantos aleja de la naturaleza. “La incorporación de cantos redondeados o achaflanados, o sencillamente incorporar un macetero cilíndrico con una planta es agradable para la vista”, apunta Surià.
Los elementos naturales
Otra de las formas de evitar el estrés en el hogar es incorporar elementos que acerquen a la naturaleza, como, por ejemplo, maceteros de arcilla para incorporar el elemento tierra, formas curvas, colores azules o un surtidor de agua, para introducir el elemento agua. La luz natural, para el elemento fuego, y acristalamientos y espacios amplios, para disponer del elemento aire. Finalmente, la reducción de elementos tóxicos en pinturas y muebles reduce el cansancio del cuerpo y el sistema inmunológico.
