¿Has tenido que entrar en el mundo del teletrabajo de un día para el otro? Ya sea por fuerza mayor, porque las circunstancias así lo han exigido o porque te has lanzado a emprender tu propio negocio desde casa, para trabajar desde tu hogar es imprescindible adaptar el espacio a tus nuevas necesidades. En el Día del Trabajo, te damos algunas ideas para establecer tu pequeño rincón laboral, sin interferir en la dinámica familiar ¡ni que ella te interfiera a ti! Y te contamos también lo que no debemos hacer.
¿Sabías que el 73% de los españoles desean regresar a sus empresas, aunque les gustaría hacer teletrabajo algún día de la semana, en cuanto volvamos a la normalidad? Este dato se extrae de un estudio realizado por de Actiu, que además desvela que el 46% de quienes han tenido que trabajar remotamente tienen la sensación de trabajar más horas y que el 23% asegura no tener un espacio adecuado específico en su casa para trabajar. Si eres uno de ellos o quieres optimizar tu eficiencia y ganar tiempo para estar con los tuyos, estos consejos te serán muy útiles.
Montar tu despacho en un espacio pequeño
Si hemos de crear nuestro espacio de trabajo en casa, es fundamental que este esté bien ordenado para llevar a cabo tu teletrabajo correctamente, evitando distracciones y ayudándonos a mitigar el estrés. Aunque quizá no podemos reducir el volumen de trabajo, podemos tomar medidas para que nuestro nuevo pequeño despacho optimice el espacio. ¿Cómo se hace esto? Eligiendo los muebles apropiados, empezando por la mesa. Si tienes una superficie pequeña coloca tu nuevo escritorio contra la pared de un pasillo o de una columna, en un lateral del salón, haciendo esquina para acondicionar un rincón o un secreter de mínimo tamaño. Es importante tener en cuenta que si la habitación donde pondrás tu mesa es pequeña, tu mesa no puede tener grandes dimensiones. Mejor si es plegable o si puedes, de alguna manera, mantenerla recogida, guardando el portátil en los cajones o en un almacenaje especial para ello. Mira estas opciones de Maisons du Monde, que nos demuestra que solo basta una mesa y una silla apropiadas para establecer allí tu despacho.
No te olvides nunca de la silla
A veces no le damos importancia, hasta que, ay, ay, la espalda ya no puede más. El primer requisito que debe cumplir una silla a la hora de trabajar en casa, debe ser cómoda y ergonómica para no dañar el cuerpo. Otro consejo es levantarse cada hora para dar un pequeño paseo y desconectar. Esto te ayudará a mover los músculos y a llevar la cabeza a otros asuntos. Trabajar en casa es posible y hasta le cogerás el gusto… ¡incluso con poco espacio! Para afrontar la cantidad de horas que pasarás en tu oficina en casa, fíjate en que:
> El tapizado sea transpirable.
> El asiento sea regulable en altura para poder adaptarla a la de la mesa.
> El respaldo tenga apoyo para las lumbares. > No le falten apoyabrazos.
> Tenga ruedas.
Por ejemplo, puedes colocar unos cojines para mejorar el apoyo lumbar. También se pueden emplear alternativas como una pelota de tball y aprovechar para hacer ejercicios mientras estás trabajando.
Si no puedes contar con una, adapta una del comedor o la cocina, poniéndole cojines de tal manera que consigas la altura y la comodidad requeridas, asegurándote que tienes apoyo lumbar su ciente. Si vas a pedir una, ten en cuenta a Långfjäll, de Ikea, con líneas ligeramente curvadas, confección cuidada y un sencillo mecanismo oculto bajo el asiento para ajustar el mecanismo de inclinación con una llave Allen y adaptarlo a tu peso y movimientos, con soporte lumbar para que tu espalda tenga más super cie de descanso y apoyo.
La pantalla debe estar a la altura de tus ojos
Los accesorios de tu nueva oficina de teletrabajo pueden ayudarte a hacerte la vida más fácil y a evitar malas posturas. Estamos pensando en las horas que tienes que pasar frente al ordenador y desde ya te decimos que es preferible un terminal de sobremesa a un portátil, debido a que este te obliga a forzar el torso. En caso de disponer solo de un portátil, recuerda que puedes conectarlo a una pantalla o monitor, que debe estar a una elevación que logre que su centro nos quede a la altura de los ojos, para prevenir contracturas y lesiones en la zona de la cervicales. Si no tenemos altura regulable, utiliza unos libros como elevador.
De moldura a balda funcional
En una oficina improvisada, cada soporte o apoyo vale para almacenar el material que más se usa, como grapadora, bolis, clips, celo… instala una balda a partir de un trozo de moldura de porexpán (poliestireno expandido o EPS), de los que se usan para techos y dos tableros de DM de 12 mm. Puedes hacer una balda así de original, ligera y fácil
1. Recorta las planchas de DM a la medida de la balda. Haz dos agujeros en la tabla posterior para colgar la balda de dos escarpias jadas en la pared.
2. Encola los dos tableros. Coloca la moldura para obtener la forma del hueco que quedará abierto una vez pegada.
3. Con adhesivo de montaje sin disolventes o cola blanca, pega la moldura a la estructura. Sujétala con cinta de carrocero mientras se seca. Pinta la balda y cuélgala.
Algunos fallos frecuentes cuando hacemos teletrabajo
Sabemos que no es fácil empezar a trabajar desde casa, sobre todo cuando has tenido que adaptar tus rutinas de repente. Para ahorrar tiempo, te contamos lo que no hay que hacer a la hora de crear un entorno de trabajo agradable, saludable (especialmente si tienes que hacer muchas horas al ordenador) y conciliador. Un consejo esencial: separa tu trabajo de tus tareas domésticas, familiares y personales. Los errores más son:
- Colonizar el resto de la vivienda
- Trabajar en el dormitorio.
- Decorar de cualquier manera.
- Dejar que el desorden invada tu área de trabajo.
- Usar una lámpara cualquiera.
- Sentarte 8 horas seguidas en una silla normal de casa, como al del comedor o la cocina.