Tips caseros para limpiar tu habitación

Como siempre, Andrea Palavecino, de Primera Imagen Limpiezas, nos regala unos efectivos tips de limpieza, apostando siempre por productos y detergentes más naturales y menos químicos. A la hora de limpiar la habitación:

Ventilar

• Es importante ventilar la habitación todos los días, con unos 15 minutos es suficiente; lo mismo pasa con nuestra cama. Es un error hacer la cama nada más levantarnos. Hay que dejarla abierta durante el mayor tiempo posible para que se airee. También es ideal cambiar las sábanas una vez por semana. Y aspirar bien el colchón una vez al mes. Un truco es espolvorear bicarbonato, dejarlo toda la mañana si se puede y, si no, al menos unas dos horas. El bicarbonato absorbe la humedad, los malos olores y tiene poder desinfectante.

Limpiar el polvo de las paredes

• Cuando hacemos esa limpieza a fondo en nuestra habitación no nos olvidemos que cada tanto viene muy bien quitar el polvo que se va quedando en las paredes y esto lo podemos hacer con una mopa en seco. Pásala de arriba a abajo y de un lado a otro. Y si tuviera alguna mancha, podemos quitarla con un paño blanco mojado en agua con un poquito de jabón y bicarbonato.

Aceite para unos muebles brillantes

• Si los muebles son de madera, una vez que les hemos quitado el polvo con un paño seco, podemos limpiarlos con un paño seco y limpio impregnado en una mezcla de aceite comestible y la misma cantidad de vinagre. Ve pasando por los muebles, siempre en el sentido de la veta de la madera. Te quedarán con un bonito acabado sin quedar pegajoso.

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Vinagre para cristales transparentes

• Para limpiar cristales o el espejo basta con poner en un pulverizador mitad de agua y mitad de vinagre blanco suficiente, pulverizamos en la superficie y vamos pasando una bayeta especial para cristales. ¡Nos quedarán muy bien!

Un consejito extra a la hora de limpiar cristales es preferiblemente no hacerlo nunca cuando les dé el sol, porque nos quedarán marcas en ellos, sean del producto que sean (naturales o químicos).

• Si se puede, conviene quitar las cortinas y meterlas a la lavadora, por lo menos, dos veces al año. Y si no es posible, de todas formas aspíralas lo mejor que puedas, dado que cada vez que abrimos las ventanas, entra el polvo del exterior y se deposita rápidamente en ellas.