Reviste tus suelos y paredes con vinilo. Si buscas ahorro, comodidad y facilidad para limpiar tanto tus suelos como las paredes del baño, no lo pienses más, el suelo vinílico es tu solución. Parece que es de otra época, pero se ha puesto otra vez de moda y con muchas más prestaciones. Se trata de un revestimiento plástico, muy flexible que se vende en lamas, losetas o rollos. Presenta gran resistencia al agua y antideslizante, por eso, es un material idóneo para el cuarto de baño. Su instalación es fácil, sin necesidad de hacer obra, y lo más importante para ello es que la superficie donde vayas a colocar el vinilo esté limpia, seca y bien nivelada. Si no es así, corrígelo y ¡empieza a revestir tu baño ya!
Muchas losetas y lamas llevan incorporado el adhesivo, lo que facilita aún más la tarea y se evitan problemas de suciedad entre las juntas y las uniones. Si quieres reforzarlo mejor, puedes añadir una imprimación acelerante al suelo, antes de colocar la loseta, para darle mayor consistencia. Otro sistema es el de clic, sin necesidad de adhesivo ninguno. Para los rollos, lo más habitual es hacerse con un pegamento específico de buena calidad. ¿Por qué elegir este material para tus baños?
+Es resistente frente al agua y el desgaste. Para el baño, lo mejor es elegir un vinilo con un grosor de unos 2 mm y capa de uso de 0,20 mm.
+Es duradero. Su vida útil oscila entre los 3 y los 30 años.
+Muchas posibilidades. En el mercado existe una infinidad de modelos, diseños y colores, y algunos reproducen texturas, dibujos y colores e imitan elementos naturales como madera, piedra, cerámica, acero…
+Se adhiere a cualquier superficie. Incluso para las que tienen calefacción de suelo radiante. La excepción son las moquetas y las alfombras.
+Es fácil de limpiar: Basta con pasar una bayeta o fregarlo con detergente neutro.