El PVC es un material plástico permite lo que durante mucho tiempo era impensable: instalar tuberías para agua caliente y fría, sin necesidad de efectuar soldaduras. Las piezas se pegan con una cola de secado rápido (que solo lleva 15 segundos). Eso sí, es fundamental realizar los ensamblajes en seco para asegurarse de que encajan y se ajustan perfectamente.
1. Para unir la tubería de cobre general a la nueva instalación, coloca un racor de transición que lleve un empalme para juntas grip en la parte del cobre y uno con abrazadera en la parte del PVC.
2. Traza sobre la pared el recorrido de las tuberías y coloca las abrazaderas de sujeción. Deja unos 20 cm entre empalmes y abrazaderas.
3. Mide, corta y desbarba las tuberías de PVC. Ensámblalas en seco y marca con lápiz el trozo del tubo que entra en los racores. Esta marca te orientará a la hora de aplicar la cola.
4. Limpia el tubo con un decapante específico, encola el extremo exterior y la parte interior del racor (codo más fino).
5. Pega los tramos. Solo tendrás 10 segundos. La unión con la tubería de la cisterna se hace con un codo a 45º y un racor. Inmoviliza el grifo con una llave y aprieta con otra.
6. Instala de la misma manera el circuito de agua fría. Unos tapones al final de la tubería de PVC te permitirán alargar la instalación más adelante. Deja un pequeño tramo entre la T y el tapón.